Artículo escrito por Luis Roca Jusmet
1 . Introducción : El psicoanálisis y la psicosomática. Freud y Groddeck
Hablar de psicoanálisis en psicología es entrar en un terreno
problemático, ya que esta tradición es desde sus orígenes objeto de
polémica. Pero lo cierto es que sobrevive y se desarrolla en múltiples
países y en múltiples prácticas, que no son sólo la del análisis sino
también la intervención en múltiples instituciones de salud mental. Es
por tanto un punto de vista que hemos de tener en cuenta si respetamos
el pluralismo que existe tanto en psiquiatría como en psicología, aunque
el psicoanálisis no sea la corriente dominante dentro de la psicología
actual en nuestro país.
Sin
entrar en la discusión simplemente recordar cuales son sus presupuestos
teóricos y metodológicos para entender desde que planteamientos aborda
el tema de la psicosomática. Para el psicoanálisis la psicología debe
estudiar la mente entendida como algo diferente de la conducta y del
cerebro. La conducta es observable, objetiva y mesurable y el cerebro
también pero la mente humana es un producto del cerebro diferente de él y
es la única explicación posible de la conducta. Para el psicoanálisis,
por tanto, la psicología no puede ser por tanto ni conductista ni
biologista porque entonces no podemos entender el significado de nuestro
comportamiento. Freud, fundador del psicoanálisis que podemos fechar
con el inicio del siglo XX, a través de la publicación de “La
interpretación de lo sueños”, tuvo una formación cientificista como
neurólogo y en su “Proyecto para una psicología para neurólogos”,
anterior a la anterior, intentó fallidamente explicar el funcionamiento
psíquico en términos neurológicos. Esto le llevó a crear una teoría
metapsicológica, que es una construcción conceptual que no tiene
verificación empírica directa pero que puede contratarse a través de
casos clínicos.
Está
claro que aquí puede criticarse que los casos clínicos son pocos y que
el psicoanálisis intenta desde la clínica explicar el funcionamiento
psíquico normal. Respecto al primer punto Freud considera que no hay
mejores opciones y respecto al segundo es su propia teoría la que le
lleva a afirmar que el funcionamiento clínico es el que nos permite
entender el normal, ya que lo que hace es distorsionar ( y podemos
entender cómo) los elementos que configuran la mente humana. También hay
que añadir que al margen del conductismo y del biologismo ha aparecido
otra opción, que es mayoritariamente considerada más científica por los
psicólogos y que tiene poder explicativo que es el cognitivismo. Estos
son los términos del debate, en los que aquí por supuesto no entraré
porque no es el tema.
El tema es la relación entre psicoanálisis y psicosomática y para ello
comenzaremos con el excelente y completo Diccionario de psicoanálisis de
Elisabeth Roudinesco y Michel Plon ( 1997). En él se plantea que en la
historia del psicoanálisis se desarrollaron varias corrientes de
medicina psicosomática, cuyo primer inspirador fue Georg Grodeck y
posteriormente Franz Alexander ( Escuela de Chicago), Alexander
Mischerlich ( Alemania), y Pierre Marty y Michel de M’Uzan ( Escuela de
París). Nos explica también que es a través de la medicina psicosomática
como la teoría psicoanalítica incidió en la medicina y en los grandes
servicios hospitalarios, ya que a partir de aquí se intervino en el
tratamiento psíquico de enfermos agudos y crónicos.
Podemos complementar esta información con la que nos propone Luis
Chiozza , que es un medico y psicoanalista argentino muy reconocido en
la medicina psicosomática actual y que plantea que, efectivamente, Freud
no trata el tema de las enfermedades psicosomáticas en su obra pero en
cierta manera ya le hemos de considerar un antecedente, y prueba de ello
es que es en el marco del psicoanálisis donde se desarrolla la medicina
psicosomática actual. Señala como Freud analiza en su texto
Perturbaciones psicogénicas de la visión la diferencia entre los
trastornos neuróticos y los psicógenos ( los que hoy llamaríamos
psicosomáticos) y como en Inhibición, síntoma y angustia ( 1925) Freud
sistematiza varias observaciones anteriores sobre trastornos orgánicos y
de que manera el inconsciente los utiliza; en Compendio del
psicoanálisis ( 1935 ) considera que las perturbaciones somáticas
cierran a veces la brecha de una cadena inconsciente. Son en todos caso
antecedentes de las enfermedades psicosomáticas porque lo corporal Freud
únicamente lo trata explícitamente desde la hipocondría y sobre todo la
conversión histérica, que es lo que Freud descubre y elabora en su
teoría, es una dolencia física sin base orgánica, un síntoma psíquico
dirigido al Otro. Es un síntoma neurótico y como tal manifiesta un deseo
reprimida, por la cual cosa el síntoma es la manera como el cuerpo
manifiesta este conflicto. La hipocondría es, en cambio, una enfermedad
imaginaria, de tipo narcisista, en el cual retrae su interés y su líbido
de los objetos del mundo exterior y los concentra sobre el órgano que
el preocupa.
George Groddeck es un personaje inclasificable en la medicina y en el
psicoanálisis pero ocupa, sin duda, un lugar fundamental en la medicina
psicosomático con influencias psicoanalíticas. Él decía de sí mismo que
practicaba un psicoanálisis salvaje mientras mantenía con Freud una
relación ambivalente, de admiración y de crítica al mismo tiempo.
Igualmente Freud sentía hacia él repulsión y fascinación. El término
Ello el propio Freud lo incorporó del lenguaje grodeckiano, Su obra
fundamental se titula precisamente El libro del Ello (1923 ) que
comienza con la siguiente frase : “Lo enteramente demencial lo reclamo
yo como mi patrimonio espiritual.” ( y como sabemos Freud incorporó el
término Ello a su propio vocabulario). Groddeck era médico y continuador
de una familia reconocida de la profesión pero
personalmenteconvencional en la época como la propia comunidad
psicoanalítica. Su hipótesis es radical : cada enfermedad orgánica es
expresión del inconsciente, cuya fuerza constitutiva viene del Ello, que
tiene un poder incluso más intenso que el que le da el propio Freud.
Dice literalmente que el Ello inconsciente es el que tiene el deseo de
enfermar y el que elige la enfermedad. Carlos Castilla del Pino, al que
podemos considerar uno de los maestros indiscutibles de la psiquiatría
en España dirá que la Medicina psicosomática hubo de esperar más de
veinte años para que emergiera desde el seno mismo de un Medicina
institucionalizada cuando no hacía sino repetir con un lenguaje moderado
y académico lo que Groddeck había dicho de manera literaria y
escandalosa.
Dentro de la historia me referiré a la Escuela de París y a la Escuela
de Chicago, que podemos considerar las dos elaboraciones de la Medicina
psicosomática que desde una perspectiva psicoanalítica y que son
consideradas históricamente las más importantes. Las situaré dentro de
la propia historia del movimiento psicoanalítico francés, especialmente a
la rama lacaniana, que también dice cosas interesantes sobre el tema, y
la norteamericana. Dejo fuera del estudio por cuestión de prioridades
el movimiento psicoanalítico inglés aunque reconociendo el valor en la
historia del psicoanálisis e incluso en su comprensión del fenómeno
psicosomático a Melanie Klein. Winnicock. O Bion.
Finalmente trataré de tres planteamientos teóricos y prácticos de las
enfermedades psicosomáticas desde una perspectiva psicosomática. La
primera es el caso de los niños asmáticos, tal como lo plantea un
representante actual de la Escuela de París, el francés Gerard Szwec,
seguidor de Pierre Martí. En segundo lugar un tipo de enfermedad
psicosomática que es la piel tal como la trata el reconocido experto
Jorge Unlik, psiquiatra y psicoanalista argentino que ha trabajado sobre
el tema al lado de dermatólogos desde una perspectiva
interdisciplinaria. Acabaré con el imprescindible trabajo del también
médico y psicoanalista argentino Luis Chiozza., que ha realizado una
importante elaboración teórica sobre diferentes enfermedades ( algunas
consideradas psicosomáticas y otras no) y una propuesta terapéutica muy
sistemática. Intentaré por último una modesta conclusión sobre lo
desarrollado a lo largo de este trabajo, que como puede comprobarse no
es un trabajo de campo sino de investigación bibliográfica. De todas
maneras todo el material utilizado lo ha sido de una manera directa y
rigurosa y lo he trabajado a partir de una base consistente sobre teoría
psicoanalítica.
2. La Escuela de París y la Escuela de Chicago
La Escuela de París y la Escuela de Chicago son la dos instituciones
más importantes de la Medidina Psicosomática de orientación
psicoanalítica. Explicaremos como se han formado situándolas
respectivamente en el contexto de la historia del psicoanálisis francés y
el norteamericano respectivamente.
La
historia del psicoanálisis en Francia es muy rica y tiene como
personalidades más potentes a Jacques Lacan y Françoise Dolto, ambos
nacidos a principios del siglo XX y pertenecientes a la tercera
generación de psicoanalistas y que estuvieron al margen de la API (
Asociación psicoanalítica internacional ). Lacan hizo algunas
referencias sobre el tema sin profundizar directamente en él: en 1975,
poco antes de su muerte, dirá que el FPS ( fenómeno psicosomático) es un
terreno importante y poco explorado. Pero lo que deja claro a lo largo
de su obra es que es totalmente distinto de la conversión histérica, que
es un síntoma que tiene un valor simbólico que a través del cuerpo
quiere decir algo. Algunos psicoanalistas lacanianos sí han desarrollado
el tema, como es el caso de Massimo Recalcati, que explica muy bien lo
que significa el FPS desde la perspectiva lacaniana. : debe considerarse
como si la parte lesionada se separara del conjunto del cuerpo, se
esquivara de su carácter simbólico ( que quiere decir que nuestro cuerpo
es algo en lo que nos podemos reconocer). La lesión se convierte
entonces en un signo pero no tiene significado, está embalsamado,
congelado. Esto quiere decir que no hay transferencia posible en el
psicoanálisis, ya que lo que expresa el cuerpo no tiene sentido y por lo
tanto ni puede ser interpretado ni el analizado puede proyectar sus
conflictos en el analista.
Françoise Dolto es otra psicoanalista francesa importante que tuvo
mucha difusión en su época, llegando a participar en programas
radiofónicos para el público en general sobre problemáticas relacionadas
con niños y adolescentes, que fueron su especialidad, Tiene un libro
sobre la imagen inconsciente del cuerpo en el que tratará explícitamente
el fenómeno psicosomático discriminándole de la histeria . La
diferencia que establece es que en si en la histeria queremos manipular
inconscientemente al otro; en el trastorno psicosomático a través de
nuestros síntomas en el trastorno psicosomático el individuo sufre en su
cuerpo por algo que no puede decir ni expresar. El narcisismo herido en
la histeria es secundario, pertenece a la fase edípica, hace referencia
a nuestra relación con el otro y con el síntoma se hace una llamada a
este otro que no nos responda. El narcisismo herido en el psicosomático
es mucho más arcaico, más primario, a la dependencia de la fase oral o
de la autonomía de la fase anal.
Este es el contexto en el que aparece la Escuela de París. Sus
representantes más importantes son Michel M’ Uzan y Pierre Marty,
nacidos en la segunda década del siglo y que se desarrollaron como una
escuela propia dedicada a las enfermedades psicosomáticas desde una
orientación psicoanalítica. En 1960 fundan la Revista de Medicina
Psicosomática., aunque desde 1947 ya iban publicando en diferentes
revistas artículos sobre psicosomática. Hay un trabajo teórico y clínico
muy importante en estos atores, que consideraran al psicosomático como
muestra de una estructura clínica diferente de la neurótica, la
psicótica y la perversa ( que eran las tres que consideraba Freud). Uno
de los conceptos básicos, desarrollado por Marty, es el de
mentalización,
que
hace referencia a la elaboración mental, la capacidad de representar a
través de palabras las excitaciones y las emociones, que es por otra
parte lo que nos permite soñar y fantasear. Si no se representan
verbalmente, si no se elaboran mentalmente entonces se somatizan. Hay
como una organización jerárquica en nuestra mente que cuando se
desorganiza pasa a un nivel inferior, que funciona en el neurótico
porque tiene un pre-consciente fuerte pero si no es así falla la
mentalización y entonces pasamos al registro somático, que implica un
grado más profundo de desorganización mental que el del anterior. Es
propio de un tipo de personalidad que es de tipo depresivo, que es
hiperadaptable, que tiene un pensamiento operatorio ( muy concreto ) y
que esta desconectado de sus emociones.
Pasaremos
ahora a situar la Escuela de Chicago desde el contexto en el que
aparece. EEUU ha sido uno de los países donde el psicoanálisis tuvo más
implantación, tanto a nivel de analistas como de analizados. Su estatuto
es especial, ya que es el único país donde se considera una
especialización psiquiátrica y se le exige al psicoanalista que sea
médico. Es, por otra parte, el colectivo que domina la A.P.I. En el
psicoanálisis norteamericano se constituyeron tres corrientes claras. La
primera fue la culturalista, que incidió en la influencia cultural
sobre la constitución del psiquismo y cuestionó la universalidad del
Complejo de Edipo, considerando que se correspondía con una determinada
estructura familiar. Surgieron figuras muy importantes y herterodoxas
como Erich Fromm y Karen Horney. La segunda línea fue la llamada
Escuela del Yo, cuyo representante más importante fue Heinz Hartmann y
que es la corriente dominante en el psicoanálisis, basada en una teoría y
una práctica basada en el Yo.
La tercera línea tuvo como iniciador a Franz Alexander ( 1891-1964) y
es la que nos interesa, la que fundó la Medicina psicosomática.
Alexander estudió filosofía y medicina en Hungría, su tierra natal y el
año 1920 emigró a Berlín, donde entró en contacto con el psicoanálisis
hasta que el año 1931 se instaló definitivamente en Chicago. Como médico
se percató que los pacientes de úlcera grastrointestinal se
correspondían con un tipo de personalidad específica, muy activa y
agresiva pero que arrastraban un déficit afectivo en la infancia.
Alexander puede considerarse casi el fundador de la Medicina
Psicosomática, al que se ha dedicado intensamente la escuela que fundó.
Consideró que la conversión histérica freudiana perdía importancia
frente al crecimiento de las enfermedades psicosomáticas, de naturaleza
muy diferente. Mientras que la histeria trastorna a partir de la
musculatura de inervación voluntaria en el caso de la psicosomática
mientras que en el psicosomático se inscribe en el sistema visceral
neurovegetativo. La enfermedad psicosomática está relacionada con
tensiones emocionales que producen inervaciones crónicas, aunque hay
unas enfermedades específicas que se corresponden con unas determinadas
personalidades.
Hay siete enfermedades psicosomáticas típicas : 1) Asma bronquial ; 2)
Hipertensión esencial ; 3) Artritis reumatoide ; 4) Hipertiroidismo ; 5)
Rectocolitis hemorrágica ; 6) Úlcera duodenal ; 7) Neurodematitis Lo
que ocurre siempre es que las emociones no se expresan y se estancan en
el cuerpo de manera crónica. El factor psicológico es una condición
necesaria pero no suficiente. Los otros factores necesarios son : la
vulnerabilidad constitucional del órgano y un factor ambiental
desencadenante.
En
la Escuela de Chicago se plantea un concepto, muy interesante para la
Medicina psicosomática, que es el de Alextimia, que etimológicamente
quiere decir sin palabras para los sentimientos. Esta sería una
características de la personalidad psicosomática cuando es un rasgo de
su personalidad y de los enfermos psicosomáticos cuando es
circunstancial.
3. La psicosomática del niño asmático desde la Escuela de París
Gerard Szwec es psiquiatra de niños, psicoanalista y director del
Centro médico-psicopedagógico de Trappers ( Francia) y al mismo tiempo
también dirige la Unidad de Niños del Instituto de Psicosomática. Lo que
plantea por tanto Szwec es resultado de una práctica profunda y
complementaria del tratamiento de niños asmáticos, que recoge de manera
muy didáctica en un libro muy interesante sobre el tema.
La
hipótesis de Szwec sobre el niño asmático es que éste tiene tendencia a
confundirse con el otro porque pervive en él el deseo inconsciente de
la madre de volverlo al útero. Muchas veces hay investiduras emocionales
de carácter mortífero por parte de la madre ( como querer “devorar” al
hijo). Esto lleva al niño a una identificación mimética, total, con el
otro, que implica un problema de límites, ya que el niño no sabe
discriminar los límites con la madre, que aparecen como borrados. Esto
hace que lo extraño, por una parte, y el conflicto por otro, no pueden
ser asimilados. La crisis asmática aparece entonces frente a lo extraño y
frente al conflicto, porque son dos situaciones en las que no tiene la
capacidad de identificarse, que es la única manera de elaboración mental
que conoce. La función que tiene la crisis asmática es la de eliminar
la angustia ante el conflicto y la crisis aparece en una situación
triangular en la que aparece el conflicto entre los otros dos (
generalmente el padre y la madre) y el niño no la soporta. No la soporta
porque se confunde con aquellos con los que quiere, La crisis es una
desorganización somática que se produce cuando la via mental está
bloqueada, por lo que es una respuesta defensiva a una representación
conflictiva que no se puede manejar. Tiene un carácter regresivo y sólo
se para con la medicación.
Las
terapias depende de la edad del niño, ya que a partir de los tres o
cuatro años son individuales. Si es menor asiste con la madre o con ésta
y el padre, produciéndose una situaciones triangulares que el
psicoanalista tiene en cuenta en sus interpretaciones sobre la situación
familiar del niño. Lo que trata de hacer el análisis es de abrirle una
vía para que puedan mentalmente el conflicto y no efectuar esta
regresión somática. Lo hace a partir de herramientas típicas del
psicoanálisis de niños, como son el juego y el dibujo.
4. Teoría psicoanalítica y práctica terapéutica de las enfermedades de la piel
Jorge Ulnick es médico psiquiatra y psicoanalista, Profesor titular de
Enfermedades Psicosomáticas en la Univesidad Abierta latiunoamericana.
En España es encargado del Área de Psicosomática del Máster en
Psicoterapia Psicoanalítica de la Univesidad Complutense de Madrid. Su
experiencia es amplia y parte de sus prácticas universitarias como
ayudante de enfermería, donde ya quiso entender las enfermedades como
experiencias singulares de los enfermos y continuó en su intervención
como psiquiatra en las consultas de la sala de dermatología del Hospital
que trabajaba. Todo ello maduró en más de quince años de colaboración
con dermatólogos en el tratamiento de enfermedades de la piel,
especialmente la psoriasis. Todo ello lo recoge en un magnífico libro
sobre el tema, que trata tanto los antecedentes psicoanalíticos sobre el
tema desde Freud, como una profunda elaboración teórica basada en la
reflexión clínica.
Ulnik parte de una afirmación reconocida por los propios dermatólogos, que es que aproximadamente un tercio de los pacientes tiene problemas emocionales no declarados o inadecuadamente tratados y que la solución sólo es posible considerando estos factores. La piel se relaciona con algunos aspectos psíquicos fundamentales, como la capacidad de establecer una frontera entre lo interno y lo externo, con lo cual podemos mantener una identidad propia ; la capacidad de equilibrar la protección y la permeabilidad respecto a los estímulos externos. La hipótesis del psiquiatra psicoanalista es que hay un problema emocional profundo relacionado con el apego detrás de la enfermedad. Los padres nos han de dar el apego suficiente que nos da amor, confianza y seguridad. Las patologías del apego provienen del exceso o del defecto, de unos padres invasores y sobreprotectores que hacen vivir el apego como algo angustiante, o bien de unos padres fríos que provocan esta carencia emocional. La psoriasis, que es la enfermedad de la piel que más ha tratado, aparece en forma de brote cunado hay una situación personal de separación y por lo tanto una pérdida ( sea un divorcio, una muerte, una emigración forzosa...). Hay en el enfermo de la piel una necesidad de apego pero precisamente en estas enfermedades por su aspecto visible desagradable puede funcionar paradójicamente como un caparazón, como una defensa ante el temor de ser dañado por el otro. También podríamos relacionar la psoriasis, en la medida en que es una reproducción acelerada de los queratinocitos, como un intento simbólico de cicatrizar simbólicamente una herida emocional profunda.
La
reflexión sobre la terapia se basa en la práctica continuada en el
servicio de Dermatología de un Hospital, donde Ulnik participa de manera
interdisciplinar en la consulta con un dermatólogo para derivar a los
pacientes a un trabajo de terapia psicoanalítica en grupo. En la
entrevista la propuesta es que el enfermo hable, no sólo muestre lo que
le pasa, que es lo que acostumbran a hacer los enfermos de la piel. Lo
que hace aquí el psicoanalista es escuchar para intentar interpretar
cual es la fantasía inconsciente que acompaña el motivo consciente de la
consulta ; si hay implicadas conductas autodestructivas que hacen
empeorar la enfermedad ; cuales son las quejas ; cuál es la actitud
delante de la medicación y el significado que puede tener la
localización de las lesiones. La derivación se hizo en seis grupos, tres
que duraron cinco años y tres que lo hicieron entre uno o dos años. Los
primeros grupos eran heterogéneos y los segundos homogéneos ( en edad,
circunstancias personales y familiares). Cómo se ve en el tiempo que
duraron los segundos funcionaron mejor que los segundos. La explicación
de Ulnik es clara : si hay demasiada uniformidad la identificación entre
los miembros del grupo es excesiva, con lo cual todo el mundo se
implica demasiado en la problemática de los compañeros. Si los grupos
son heterogéneos, en cambio, combina bien la diversidad, que hace que
cada cual pueda distanciarse del otro porque su problemática personal es
diferente, con lo que tienen en común, que es la psoriasis.
6. La hipótesis del significado inconsciente de las enfermedades orgánicas y la propuesta terapéutica del estudio patográfico
Luis
Chiozza es un médico y psicoanalista argentino nacido en 1930 de
reconocido prestigio internacional. Su concepción de la enfermedad
psicosomática es que detrás de toda dolencia orgánica hay una fantasía
inconsciente . Es decir que lo que plantea Chiozza no es una relación
causal entre lo psíquico y lo somático, en la que el primero sería la
causa de los segundo sino una relación de significación. El enfermo se
apuntala inconscientemente en la enfermedad para darle un sentido en su
drama personal, por lo que habríamos de entender que lo hace el
psiquismo inconsciente no es provocar sino sostener la enfermedad
somática. Chiozza tiene un estudio profundo sobre la significación de
algunas enfermedades ( cáncer, enfermedades autonimunes,
cardiovaculares, hepáticas ....) en diferentes sujetos que, por
supuesto, la concretan desde su historia personal.
Pero lo que interesa de Luis Chiozza es que plantea un método
sistemático para tratar de una manera interdisciplinaria la enfermedad
psicosomática desde la medicina y la terapia conjuntamente . La terapia
deja de ser el psicoanálisis convencional para convertirse en una
terapia psicoanalítica breve y orientada a un objetivo inmediato, que es
la de la transformación psíquica a partir de la conciencia del sentido
inconsciente que tiene la enfermedad para el paciente. Es lo que llama
un estudio patográfico. La primera parte de este estudio es la recogida
de material, que tiene cuatro partes. La primera y más importante es un
interrogatorio ( anamnesis ) que consta de tres entrevistas de dos
horas. Dentro de esta fase el sujeto debe redactar un cuento corto y
narrar una película y una novela que él libremente selecciona. La
segunda es un diagnóstico clínico del estado físico general y del estado
actual de la enfermedad por la que se consulta. Esto se complementa con
la entrega por parte del enfermo de algunas fotos que considera
significativas de los períodos más importantes de la vida y de las
personas más significativas. Finalmente hay un seguimiento de cuales son
los vínculos que establece el paciente con el equipo que realiza las
entrevistas.
Lo
que se trata de reconstruir a partir de este material es una
interpretación del sentido de la enfermedad psicosomática que, según su
planteamiento todas lo son, con lo cual Chiozza estaría en este sentido
una línea más próxima a Groddeck que no a Freud. Interpretar quiere
decir saber cual es la fantasía consciente que tiene el enfermo sobre la
enfermedad y su curación. Esta acompaña a una teoría consciente que
ímplícita o explícitamente tiene el sujeto sobre la enfermedad que
padece y unas expectativas sobre su curación. Para ello hay que conocer
cuál es la historia de las diferentes crisis personales que ha tenido y
que relación tienen con las enfermedades que ha padecido. Hay siempre un
factor que desencadena la enfermedad pero hay que saber también cuál es
el contexto emocional en que aparece, cuál es el drama personal que se
está viviendo.
Como detalles concretos hay que decir que considera que el trabajo lo tiene que realizar un equipo, en el que aparte del personal médico deben de haber dos psicoanalistas y que el informe desarrollado tiene que ser profundo y preciso, de una extensión de unas 30 o 40 páginas. En este informe debe figurar el drama personal del paciente, entendiendo por ello una temática típica y universal que da unidad a la biografía del sujeto y aparece en forma de argumento. Debe figurar el mapa que tiene el enfermo para recorrer su propia vida, que siempre se basa en alguna medida en un estilo adquirido en la infancia. Todo ello partiendo siempre de la base que el paciente tiene una historia consciente sobre sí mismo en la que hay unas lagunas y distorsiones que hacen que su drama originario sea total o parcialmente inconsciente. Hay que considerar así que la enfermedad actual es en cierta forma una manifestación de esta parte omitida y que tiene como función simbólica la de corregir este engaño que tiene el paciente sobre sí mismo. La enfermedad actual es como la mala solución que tiene el paciente frente a la necesidad de integrar en la conciencia estas significaciones conflictivas y ocultas., pero que aunque sea mala es la única que tiene. Lo que se trata entonces es de sustituir la negación del conflicto que representa la enfermedad por una afirmación que le da otra salida. No se busca entonces restaurar la situación anterior a la enfermedad sino la de aceptarla como una etapa dolorosa para progresar en esta integración de los propios conflictos. La enfermedad es entonces un lenguaje corporal de lo psíquico inconsciente porque el cuerpo humano no es un cuerpo puramente físico en el sentido mecánico de la palabra, es también un cuerpo imaginario ( tenemos una imagen de él), un cuerpo erógeno ( fuente de placer y dolor) y un cuerpo simbólico, en el sentido que representaciones verbales inconscientes habitan en el cuerpo actuando sobre él.
5. A modo de conclusión provisional
Las conclusiones a partir de lo expuesto son las siguientes :
La
primera es que la psicosomática tiene una deuda importante con el
psicoanálisis, en la medida en que Freud de manera moderada y Groddeck
de forma más radical fueron los primeros en vincular los trastornos
psíquicos y lo somáticos y en dar a los segundos una significación en
función de los primeros. El enfermo psicosomático es considerado como un
narcisista ( igual que el psicótico, el perverso o el hipocondríaco) y
que como tal no es posible hacer una trasnferencia que es un método que
funciona básicamente en lo que Freud llama las neurosis de trasnferencia
( fobia, histeria y neurosis obsesiva). La base de la enfermedad
psicosomática es lo que Freud llamaba las neurosis actuales ( en el
sentido de pasaje al acto)
La segunda es que dentro de la tradición psicoanalítica hay dos
posturas polarizadas sobre el tema, que parten de lecturas diferentes de
lo poco que dijo Freud sobre el tema : por un lado la que representaría
la tradición lacaniana que considera que el FPS ( lo que llaman
fenómeno psicosomático) esta fuera del campo de lo simbólico y por lo
tanto no puede ser interpretado. Si en la conversión histérica el cuerpo
habla, en el FPS el cuerpo calla y lo que se manifiesta es lo que
llaman lo real, que es lo que no puede ser representado ni a través de
la imagen ni de la palabra. Es distinto del inconsciente porque éste
también está estructurado como un lenguaje. En el campo contrario
estaría Luis Chiozza, que recoge también la herencia de Groddeck y que
considera que toda enfermedad orgánica tiene una significación
inconsciente, es decir simbólica.
Entre
estas dos posiciones contrarias hay otras intermedias. Una es la de la
Escuela de París y de Chicago que considera que hay unas determinadas
enfermedades, no todas, que son psicosomáticas. Otra es la de Jorge
Ulnik, que considera que detrás de muchas enfermedades hay un tipo de
simbolismo más primario que el del lenguaje simbólico pero que también
dice algo.
En
tercer lugar que las hipótesis psicoanalíticas son sugerentes pero que
por su propia metodología no pueden ser contrastadas en términos
científicos convencionales. Por una parte frente a lo cuantitativo
defienden lo cualitativo del psiquismo y frente a la estadística domina
la singularidad de cada caso. En todo caso lo que sí hay que reconocer
es que sus aportaciones no son especulativos sino que se basan en una
experiencia clínica que, en todo caso, no hay que despreciar.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Alexander, Franz “El enfoque psicosomático en medicina” en Psiquiatría dinámica Ed. Paidós, 1971
.Chiozza, Luis Cuerpo, afecto y lenguaje Ed. Paidós, Buenos aires, 1976
¿ Por qué enfermamos ? Alianza editorial, 1986, Madrid
.Dolto, Françoise La imagen inconsciente del cuerpo ( 1984 ) Ed. Paidós, 1994
.Freud, Sigmund Obras completas BibliotecaNueva, Madrid, 1983
.Groddeck, Goeorg El libro del Ello Ed. Taurus, Barcelona, 1981
.Marty, Pierre La investigación psicosomática ( 1963) Ed. Luis Miracle, Barcelona, 1967
.Otero, Juan y Rodado, Juan “El enfoque psicoanalítico de la patología psicosomática “ en www.aperturas.psicoanalíticas.org
.Recalcati, Massimo Clínica del vacío Ed. Síntesis, Madrid, 2003
.Roudinesco, E, Jacques Lacan Ed. Anagrama, Barcelona, 1995
.Szwec, Gerard La psicosomática del niño asmático Ed. promolibro, Valencia, 2001
.Ulnik, Jorge El psicoanálisis y la piel Ed. Síntesis, Madrid, 2004
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