Reseña
Emociones. Las razones
que la razón ignora.
25 metáforas de
ecología emocional para el crecimiento personal
Mercè Conangla, Jaume
Soler y Laia Soler Conangla
Barcelona : Obelisco, 2012
Normalmente comento
libros que vale la pena leer. No tengo tiempo ni paciencia para leer
los que no me interesan. Pero esta vez haré una excepción. Esta
reseña no es tanto sobre el libro, que no recomiendo a nadie, sino
sobre su significado sociológico y político. Para ello recurriré a
dos cajas de instrumentos : las que nos proporciona Eva Illouz
y Nikolás Rose.
Eva Illouz es una
socióloga que ha estudiado a fondo lo que llama la hegemonía del
discurso terpaéutico y en este contexto los libros de autoayuda.
Todo ello en una lógica de redención que no deja de transformar lo
más cotidiano en algo valioso e importante. Es una narrativa que
convierte la rutina diaria en algo interesante sometido a una
hermenéutica en la que todo puede ser recuperado, en la que las
sombras de lo irracional pueden ser iluminadas por la luz de lo
racional. Se impone así un discurso articulado por los psicólogos y
que está en sintonía con el individualismo del capitalismo:
racionalidad instrumental e interés propio. Pero es un discurso de
la racionalidad paralelo al discurso emocional que cristalizará en
las nociones estrella de inteligencia emocional y de
competencia emocional. Es, como dice la autora, el
capitalismo emocional, donde los discursos emocional y económico
se moldean mutuamente. El axioma del control emocional, de la gestión
emocional refleja por una parte la búsqueda instrumental de
ganancias y por otra los modos contemporáneos de control social en
la escuela y en la empresa. Hay que verbalizar las emociones, hay
que hablar de ellas para gestionarlas y para negociarlas. El
código terapéutico combina la competencia moral, profesional y la
emocional en el modelo del buen gestor. El buen gestor de una empresa
o una institución es el buen gestor de su propio yo. El imperativo
es controlar y controlarse. Pero ¿ quien controla, para quién y
para qué ? Controla indirectamente gente como la que escribe el
libro y lo hace para que nos adaptemos bien a la lógica del sistema.
Jaume Soler no engaña a nadie con su aspecto. Sonriente y bronceado,
con pinta de ejecutivo de multinacional es, básicamente, un asesor
de grandes empresas en el ámbito d elos recursos humanos. Propio del
tardocapitalismo que nos describe Richard Sennett y su corrosión del
carácter. Pero ya se encarga Jaume Soler que el trabajo precario se
vea como una oportunidad y no un desmantelamiento de derechos
laborales. Aunque Jaume Soler sabe que su público son los
directivos, no los empleados.