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lunes, 15 de junio de 2020

La invención del sí mismo: Amazon.es: Nikolas Rose: Libros



“LA INVENCIÓN DEL SÍ MISMO. PODER, ÉTICA Y SUBJETIVACIÓN” 
Nikolas Rose
(traducción de Silvana Vetö, Niklas Bornhauser y Francisco Valenzuela).
Santiago de Chile: Editorial Pólvora, 2019.

Afortunadamente, aunque de manera tardía, se ha traducido del inglés al castellano el extraordinario libro de Nikolas Rosa "La invención del sí mismo. Poder, ética y subjetivación". El libro se escribió en 1996, aunque tiene plena actualidad. El autor escribe además un prefacio para la traducción en castellano titulado "Reinventarse a sí mismo". En él nos explica que intentó escribir de una manera distinta la historia de la psicología, que lo que ha hecho hasta ahora es, o bien centrarse en lo cuestiones internas centradas en las aportaciones teóricas, o bien en las externas basadas en las biografías de los psicólogos. Tampoco estaba satisfecho con la psicología crítica de inspiración marxista ni con la crítica psicoanalítica a la psicología, ya que consideraba que esta historia crítica debía incluir a las corrientes psicoanalíticas en su objeto de estudio.  Es un análisis que propone problematizar el concepto de normalidad y de inadaptación, que se estaban convirtiendo en categorías clínicas, sociales y administrativas clave en los años 90 en el Reino Unido. Había que cuestionar todo “el mundo psi en su función de convertirse en ingenieros del alma humana. Cierto que a principios del siglo XXI ya el mismo Rose señalaba el paso de las disciplinas psi a las neurociencias y el desplazamiento del interés de la mente al interés por el cerebro. Pero también lo es que, más que una eliminación de las categorías psicológicas, lo que hay es una remodelación.
  Lo que se plantea es una genealogía del régimen contemporáneo del "self", que los traductores prefieren traducir por el "sí mismo" antes que por "yo", que da una visión de la subjetividad muy psicologizante. Para ello hay que dar a los estudios históricos un sentido crítico extendiendo los límites de lo que es pensable y posible. 
 Se trata de cuestionar algunas certezas contemporáneas acerca del tipo de personas que creemos que somos y ver otras maneras de pensarnos. Para ello es necesario examinar los procesos a través de los cuales hemos inventado el ideal regulativo de uno mismo, que están construidos por las disciplinas "psi" que se han ido desarrollando a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Se trata de entender el dispositivo contemporáneo de "ser humano" y las tecnologías que lo sostienen. Entendiendo que hay aquí un horizonte de capacidades y de libertades, pero también una serie de contrapartidas, derivadas de las cargas y de las ilusiones en los actos de dominio y de autocontrol implicados. Hacer, por tanto, un diagnóstico de la condición contemporánea del sí mismo. Cierto que esta manera de pensarse el sí mismo es muy heterogénea, pero Rose considera que hay una normatividad común, un "aire de familia" en las coordenadas históricas que imperan desde hace casi dos siglos en las sociedades liberales de Europa, América del norte y Australia. hay como un mismos ideal regulativo. 
 Hablar de la invención del "sí mismo" no es considerarlo una ficción. Se trata de nuestra verdad, de la verdad subjetiva sobre uno mismo. Se trata de una realidad histórica no ontológica ni universal, de una contingencia que, como tal, puede transformarse. Nuestro sí mismo es nuestra subjetividad, nuestra identidad personal, que está constituido desde nuestra herencia familiar y desde nuestra experiencia. Supone una interioridad, un universo interno y una manera de conducirnos que consideramos normal a través de un ideal regulativo que se torna autoevidente. Inicialmente se presenta como algo unificado y coherente pero luego se ha ido relativizando y se ha convertido en algo más plural y heterogéneo. Primero por la aparición de la conceptualización psicoanalítica del "inconsciente" que cuestionaba este sujeto unificado. Más tarde, por la intervención del feminismo que entendía al sujeto como un acto performativo, como una construcción cultural. Finalmente, por la intervención progresiva de la bioteconología, que deriva hacia la figura del cyborg.
De esta manera, cada vez más la noción de sujeto es fragmentada y desafiada.
 Para Rose la subjetivización no debe entenderse localizándola en un universo de sentido, sino en un complejo dispositivo de prácticas discursivas y no discursivas. La psicología aparece como una tecnología intelectual para visibilizar características, conductas y relaciones. La experiencia no es previa a esta visión, ya que ella misma está condicionada por una determinada manera de pensar lo que vivimos a partir de unos campos del saber, unas tramas de poder y unas formas de subjetividad establecidas.
 Las disciplinas psi están relacionadas con la historia del gobierno, entendiéndolo en un sentido más amplio que el político. Se trata de conceptualizar las estrategias, las tácticas y los programas diseñados para dirigir la conducta de los otros. La psicología aparece con la sociedad liberal, aunque hay que matizar que es utilizada también en las sociedades disciplinarias (nazismo, países comunistas). 
 La psicología del siglo XIX inventó el individuo normal y la de la primera mitad del siglo XX la persona social y a través de ella la norma de la adaptación. A partir de la segunda mitad del siglo XX se orienta de forma más compleja hacia la autorrealización y el crecimiento personal. Se entiende entonces la finalidad de la conducta como el equilibrio del desarrollo del propio potencial, la autonomía y la felicidad.
  Una genealogía de la subjetividad trata sobre la relación que tenemos con nosotros mismos, de precisar las formas técnicas que tiene esta relación. Pero el ser humano tiene una ontología histórica y, por lo tanto, no podemos universalizar estas relaciones, pero tampoco lo enfoca desde la perspectiva cultural, más bien sobre sobre las maneras como un sujeto se piensa a sí mismo y las prácticas ligada a ello. La subjetivización ha de ser tratada en sí misma, no como derivación de otra cuestión, hay que ir al dispositivo específico : redes perceptuales, imaginarias, conceptuales, normativas. 
 La fuente de inspiración del ensayo, explicita Rose, es Michel Foucault, aunque plantea estudiar las formas de subjetivación y de gobierno, más allá del campo de la ética. Un eje sería el de historia de las mentalidades, las tecnologías intelectuales, otro serían las técnicas corporales. También estudiarlo en relación con los ensamblajes, con localizaciones espaciales, es decir con formas de organización del habitat humano. La última cuestión es la relación con todos aquellos movimientos que han cuestionado la identidad, inventada por todos aquellos que quieren clasificar para dominar o controlar. Sería cuestión de valorar el coste de cualquier política identitaria y el papel que ha tenido la psicología para fomentar estas identificaciones.
 Hay que hacer una genealogía de la subjetividad desde la relación que se ha dado en los dos últimos siglos entre lo psicológico, lo gubernamental y lo subjetivo. Se trata de pensar contra el presente, en el sentido de explorar los horizontes y las condiciones de posibilidad de lo subjetivo, tal como lo entendemos hoy. La función crítica permite mostrar su contingencia y, por tanto, la posibilidad de transformación de lo que hay, al abrir el campo de lo posible. La historia de la psicología, como la de otras ciencias, es una "historia recurrente" (según el decir de Georges Canguilhem), que es una manera de legitimar a través de una serie de textos la realidad de la imagen actual de la disciplina. Se trata de justificar el presente a través de la continuidad de una tradición hecha a medida, marcada por unos criterios de inclusión y de exclusión en la que se marca lo decible/indecible, lo pensable/impensable. Es lo que Michel Foucault llamaba "un régimen de verdad". Hasta la ´década de los 60 del siglo XX todas las historias de la psicología eran recurrentes. A partir de aquí la sociología y la crítica cultural empezaron sus desafíos y se plantearon los condicionamientos económicos y corporativos o la utilización de la psicología como un instrumento del Estado. Todo ello le parece a Rose insuficiente, ya que la psicología ha desempeñado un papel fundamental en las técnicas que vincularon la autoridad a la subjetividad a lo largo del siglo XIX y XX, en particular a las relacionadas con las sociedades liberales. Para los sociólogos y antropólogos construimos el mundo desde categorías socioculturales, una de las cuales es la psicología. Pero la psicología no debe entenderse como principalmente como un discurso, sino como una tecnología humana, es decir una racionalidad práctica constituida por una serie de ensamblajes que buscan actuar sobre los seres humanos con la intención de orientar su conducta en una determinada dirección. Lo que se constituye, en todo caso, es un régimen de verdad, lo cual se hace siempre con una cierta violencia, siempre a través de redes interconectadas, de negociaciones y problematizaciones diversas. El territorio psicológico se ha creado a través de la persuasión y la negociación entre autoridades, tanto sociales como conceptuales, lo cual supone la implantación de un modo de percepción, la instauración de un vocabulario. En la psicología se da una peculiar alianza entre investigadores y profesionales, productores y consumidores del saber psicológico. 

lunes, 25 de mayo de 2020

MICHEL FOUCAULT : GUBERNAMENTALIDAD Y PODER PASTORAL








Escrito por Luis Roca Jusmet




El tema de la gubernamentalidad ocupa el curso que dió Foucault en1977-8 . En todo caso podría incluirse dentro de la genealogía del poder, pero con reservas. En el curso 1976-7 Foucault analiza el macropoder frente a los análisis anteriores del micropoder. Lo hace con el seminario En defensa de la sociedad. Pero este seminario es el inicio de un cambio en su concepción del poder que se concretará en el seminario citado anteriormente ( Seguridad, población y territorio) y en el posterior : el nacimiento de la biopolítica.

La gobernamentalidad es un problema que aparece en las discusiones políticas que se dan entre mediados del siglo XVI y finales del XVIII. Se presenta en cuatro frentes : el gobierno de uno mismo; el gobierno de las almas y las conductas; el gobierno de los niños y el gobierno del Estado.

El gobierno del Estado se entiende como administración económica, como administración de bienes, siguiendo el modelo familiar. Se trata de gestionar las poblaciones.

La soberanía se reorienta de otra manera, como gestión de la población a través de la disciplina. Está centrada esta gestión en los dispositivos de seguridad.

La gubernabilidad es, entonces, un conjunto de instituciones, procedimientos y tácticas ( análisis, cálculos) cuya finalidad es gestionar de manera adecuada la población.

El Estado Moderno se constituye a partir de tres ejes. Por una parte, desde una base jurídica a partir de la sociedad feudal. Por otra, administrativa, como un sistema de reglamentos y disciplinas que abarcan unas fronteras. El tercero sería justamente el que hemos nombrado, el gobierno d ela población. Este gobierno tiene como base el poder pastoral cristiano, el poder diplomático-militar y la policía.

El seminario siguiente, complementario del anterior, está dedicado a la biopolítica. Foucault define la biopolítica como la "forma en que, a partir del siglo XVIII, se han intentado racionalizar los problemas que plantea el gobierno de las poblaciones." Lo hace a través de la salud, la higiene, la longevidad la natalidad, el tema racial."

Hay una vinculación de la biopolítica con el liberalismo, con la racionalidad política del liberalismo. Es una práctica sistemática de racionalización política. Se trata de maximizar los objetivos optimizando los recursos, disminuyendo los costes. Pero esta idea es paralela a la del gobierno mínimo. Hay que minimizar la acción del gobierno para conducir las conductas. Esto implica una reflexión crítica sobre la práctica gubernamental. El liberalismo es una especie de instrumento crítico de sí mismo como gobierno. Hay que replantearse constantemente como se gobierna. Es una función ambivalente y, de hecho, contradictoria, porque es a la vez legitimadora y crítica, como se ve claramente en el liberalismo del S.XVII-XIX, por ejemplo con Bentham.

Podemos relacionar estos seminarios con un artículo que es la transcripción de una conferencia que dio en Tokio en 1978 con el título de "La filosofía analítica de la política". Hay aquí varias reflexiones interesantes. La primera es la relación que establecen entre filosofía y política al presentar a la filosofía, en sus inicios, como un movimiento antidespótico. Habla de Solón, de Platón o de los cínicos como de las tres formas en que se manifiesta este antidespotismo. Como ciudadanía, como asesoramiento del príncipe o como distancia crítica. El filósofo no es el legitimador del Estado, como Confucio en China, el que describe y prescribe el orden político y social como institución total. Esto ocurre, según Foucault, hasta la Revolución francesa y Rousseau.

jueves, 21 de mayo de 2020

NIKOLAS ROSE :ENSAMBLÁNDONOS

La invención del Sí mismo: Nikolas Rose en castellano – RIPeHP


Escrito por Luis Roca Jusmet
Llegamos al último capítulo, a modo de conclusión, del libro de Nikolas Rose.
 El "sí mismo" contemporáneo aparece vinculado a la crisis del sujeto universal, estable y unificado. Crítica que viene, en parte, del psicoanálisis, que presenta un sujeto dividido. También de las ciencias sociales que lo presentan como algo contingente y variable, sometido a diversas construcciones sociales.
 Rose entra en esta problematización del sujeto pero quiere desmarcarse de teorías ontológicas del sujeto y de las visiones que lo convierten en un efecto cultural. Su hipótesis es entenderlo a partir de las prácticas de subjetivación, de la manera como operan las teconologías que la conforman. En este sentido ha querido señalar la importancia de las prácticas puestas en marcha por las disciplinas psi. 
 No únicamente partirá de las conceptualizaciones de Michel Foucault. También utilizará, a su manera y sin pretensiones de fidelidad, conceptualizaciones de Deleuze y Guattari. Su idea de los humanos como un conjunto de partículas y de fuerzas que afectan y son afectados. Aquí se combina este plano inmanente, de conexiones, que es centrífugo, con el plano de la organización, que es centrípeto, que nos forma como sujetos y nos estructuran como tales.Estas son las preguntas interesantes : ¿ cómo se subjetivan los humanos? ¿ en qué ensamblajes? ¿ cuál es el papel de las disciplinas psi en la subjetivación actual ? La pregunta no es que somos sino qué hacemos. Las prácticas de subjetivación soon históricamente contingentes. No son "a priori", son un efecto de la socialización. 
 De lo que Rose también quiere huir es de hacer del cuerpo la referencia final. Porque no somos un cuerpo dado, discreto y envuelto en una piel, habitada por una mente que nos subjetiva. No, el cuerpo es también una construcción sociocultural cultural ( imaginaria y simbólica, como nos ha mostrado el psicoanálisis). 
 Tampoco comparte Rose la consideración de que es el lenguaje la causa de la subjetividad. Como plantea Émile Beneviste cuando dice que hay sujeto porque hay pronombre personal, es decir sujeto de enunciación y esto es lo que da lugar a una psoción subjetiva. Rose considera, y sigue aquí también a Deleuze y Guattari, que el sujeto se da siempre en un régimen de signos que refleja una organización de poder en un espacio y en un tiempo. La relación entre un sujeto y un objeto en un dterminado régimen de verdad. Son prácticas discursivas que no funcionan en abstracto, que se localizan. 
 Finalmente cuestiona también la idea del yo narrativo, muy planteado en términos de comunicación, con uno mismo y con el otro. O como significado, y nunca en relación con unas tecnologías de subjetivación. 
 La reflexión final hace referencia a los cuatro ejes de los pliegues que plantean Deleuze y Guattari y la manera como Rose considera que se concreta en la sociedad actual :
 Primer eje : Lo que se pliega : si en Grecia era el cuerpo y sus placeres, en el medievo la carne y el deseo, ahora es el sí mismo.
 Segundo eje : la Autoridad capaz de desplegar una normativa. En este caso son los profesionales de las disciplinas psi la que formula de que manera hemos de relacionarnos con nosotros mismos.
 Tercer eje : La veridicción que funciona en cada pliegue : en el momento actual es la del psiquismo.
 Cuarto eje : Es la esperanza que implica cada pliegue. En este caso es la de la libertad.
 Para Nikolas Rose es importante analizar los escenario en los que se administarn los pliegues, sus asparatos y sus contextos. Y, sobre todo, ver el diagrama común. En este caso es el de un ser que se considera libre por saberes esenciales sobre sí mismo, que delimita la posibilada del sí mismo en el mismo momento en que otorga a estas posibilidades el estatuto de verdad. Este ser psicológico es el que se encuentra detrás de todas nuestras actividades. la interioridad que se les ha dado a los humanos a través de aquellos proyectos que buscan conocerlos y actuar sobre ellos para decirles su verdad y hacer posible su felicidad. E este ser que buscamos autogobernar bajo el ideal de la felicidad. Ideal regulativo que plantea proyectos de emancipación pero también muchas cargas y ansiedades. 

domingo, 17 de mayo de 2020

NIKOLAS ROSE : GOBERNANDO INDIVIDUOS EMPRENDEDORES

El gran trabajo de @ilacami_ para «La... - Pólvora Editorial ...


Escrito por Luis Roca Jusmet

 La imagen más potente del neoliberalismo es la del "sí mismo" emprendedor. Lo es porque se basa en un aspecto de la visión que tiene el hombre contemporáneo de sí mismo, que es la de un un sujeto libre y responsable de sío mismo y de la vida que ha elegido. Un ser subjetivo que busca su realización personal. Los apoyos a este proyecto lo encontramos en los expertos en la subjetividad, formados en todas las disciplinas "psi". Michel Foucault sugirió que hemos de entender las formas de subjetivación con las del poder. Pero no entendiendo el poder como algo que se opone al sujeto, sino como algo que atraviesa todas las prácticas que le conciernen. Las relaciones de poder crean y modelan los sujetos. Podemos explorar estas relaciones en tres dimensiones interconectadas. La primera, la política, fue denominada por Foucault, "gubernamentalidad". Es el conjunto de nociones, cálculos, estrategias y tácticas a través de las cuales diversas autoridades han querido intervenir en la vida de cada uno para llevarlos a su bienestar. La segunda es la institucional, que opera en los diferentes lugares en los que nos movemos y donde operan las tecnologías humanas. La tercera es la ética, que es la manera como el sujeto se evalua a sí mismo a partir de un dterminado proyecto ético que ha elegido. esta actuación sobre sí mismo se establece a partir de una serie de criterios : verdadero/falso; deseable/indeseable; permitido/prohibido.
 La cultura empresarial cada vez abarca más estos tres ámbitos. Es un modelo que permite entenderlos en términos de costes y beneficios, de inversiones y de recursos y todo ello entendido en relación a un proyecto. Lo empresarial es potente para la racionalidad política de los gobiernos liberales.
 La cultura terapéutica del "sí mismo" ha sido uno de los elementos más característicos de la época que vivimos. El sujeto debe convertirse en su propio empresario para maximizar su capacidades, ser feliz y mejorar su autonomía. Lo terapéutico ha subjetivado lo cotidiano, incluido el trabajo. La ética empresarial queda integrada en esta cultura terapéutico. El trabajo pasa a ser una parte de esta autorealización personal: creatividad, innovación, productividad, eficiencia. Incluso el desempleo se plantea como un reto activo de encontrar un buen empleo. 
 Lo mismo pasa con el consumo, pasando a ser consumidores responsables. Finalmente, con la familia ocurre lo mismo: cada cual elige el modelo que más le conviene.
 Lo que queda excluido, es decir los marginados que no pueden responsabilizarse de sí mismos, deben entonces ser cuidados por la comunidad y/o controlados por el poder policial.
 Todo este análisis formaría parte de lo que Michel Foucault llamaba "una ontología del presente", que es la de entender como hemos llegados a la subjetivación contemporánea. Rose plantea que su objetivo no es denunciar esta forma de subjetivación ética, sino de abrir un especio crítico sobre ellas. Entender que estamos en un terreno ético-político que va más allá de las dioferencias entre izquierda y derecha, que es la de la gubernamentalidad liberal. Que lo que hace es internalizarnos la necesidad de ser sujetos libres y autónomos pero desde una red compleja de expertos que nos van imponiendo unas determinadas nociones y tecnologías que son, en gran medida,  las de la cultura empresarial.

sábado, 16 de mayo de 2020

NIKOLAS ROSE : LA PSICOLOGIA COMO TÉCNICA INDIVIDUALIZADORA

El gran trabajo de @ilacami_ para «La... - Pólvora Editorial ...


Escrito por Luis Roca Jusmet

 En los siglos XIX y XX se ponen en marcha, en las sociedades liberales occidentales, una serie de programas para el gobierno de áreas crecientes de la vida social y económica que tenían una serie de objetivos : garantizar la seguridad de la propiedad, la tranquilidad de la producción, la virtud moral y la responsabilidad personal. Ello planteaba una necesidad de cálculo formalizado en relación a medios y a fines. La psicología jugó el papel clave para esta contabilidad, ya que construyó un dispositivo para convertir las capacidades y los procesos mentales en información desde la que establecer cálculos. Siguiendo a Michel Foucault, Rose considera que todas las disciplinas "psi" tienen su origen en una inversión del eje político de la individualización. Es decir, en objetivar a los sujetos a partir de técnicas que permitan diferenciar para clasificar. Se establece un plano de visibilidad que registra las diferencia individuales para evaluarlas en función de la norma, muchas veces establecidas en términos puramente comparativos. La observación individualizante estabiliza al sujeto traduciéndolo en categorías observables, medibles y controlables. La psicología se consolida en la medida en que es capaz de producir estos medios técnicos de individuación de la subjetividad humana. El test psicológico de inteligencia fue el paradigma de este proyecto. El intelecto se volvió gestionable a sobre la base de la representación estadística de la variabilidad humana mediante el uso de la curva normal. La diferencia se reduce al orden mediante la representación estable, predecible y bidimensional de la normalización. Ello inscrito en una psicología evolutiva en la que se seguía toda la formación del niño.
 Muchas crítica a la psicología social desde la sociología crítica se plantean por su carácter normalizador. Pero en su lugar deberíamos cuestionar la psicología que defiende las relaciones sociales, las tecnologías autorreguladoras y los sistemas éticos para la autorealización.
 La conclusión es que la psicología como técnica individualizadora hace de los sujetos humanos algo manipulable tanto por los gobernantes como por uno mismo.

viernes, 15 de mayo de 2020

NIKOLAS ROSE : PERICIA Y TÉCNICA DE LOS PSICÓLOGOS

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Escrito por Luis Roca Jusmet

 Tratamos ahora el capítulo 4 de "La invención del sí mismo". la hipótesis es que,, desde mediados del siglo XX, el gobierno de la conducta humana se transformó en una actividad intrínsecamente psicológica. Pero no es cierto que haya previamente una ciencia, que es la psicología, y que luego se aplique a diferentes ámbitos. Menos aún que la psicología trate de las conductas normales. Justamente la psicología aparece como problematización, como la necesidad de inventar técnicas para corregir las desviaciones. Las ideas de la psicología, por otra parte, están vinculas a formas de ver y actuar, es decir a psicologías. Lo específico de la psicología y lo que le da su importancia es que crea expertos, nuevas formas de autoridad a los que se atribuye un saber-hacer que puede trasladarse a muchos aspectos de la vida social. Esta pericia les permite asesorar a gerentes, profesores, padres, educadores sociales. Pero no lo hace desde sus instituciones, que no las tiene, sino desde diversos territorios sociales, institucionales, donde los individuos se han de cuantificar, han de ser calculables y administrables, y esto desde un estatuto, el del psicológico, al que se le da una naturaleza ética. 
 Un elemento importante es que en una sociedad como la nuestra, llamada sociedad del riesgo, los profesionales necesitan la pericia psicológica para ir del presente al futuro para cuantificar los factores de riesgo y adoptar decisiones en función de ello. 
 El último y muy importante aspecto es mostrar como se inscribe la psicología en las prácticas éticas de los individuos. Los individuos se evalúan a sí mismos en relación con lo que es verdadero y falso, bueno o malo, normal o anormal. Lo que hay de específico es, precisamente, este tono psicológico de estas "técnicas de sí mismo".Nos pensamos, valoramos, consolamos y reformarnos siguiendo criterios psicológicos de verdad y falsedad. El antecedente es. como señala Foucault, la confesión
 Es importante que situemos todo este proceso en la gubernamentalidad, es decir, en la racionalidad práctica del gobierno liberal democrático que consiste en conciliar la autoconducción de la conducta manteniendo el equilibrio el sujeto libre y el sujeto social. 
 La transición a las economías de mercado y al pluralismo político requiere la intervención de los ingenieros de la mente humana que son los reversos de la libertad que quieren garantizan las democracias liberales.

jueves, 14 de mayo de 2020

NIKOLAS ROSE : LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA SOCIAL

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Escrito por Luis Roca Jusmet

 La sociedad se consolida como noción clave en las sociedades europeas del siglo XIX. Lo social es así un a matriz de deliberación y acción, el objeto de cierto tipo de saberes, el lugar de ciertos predicamentos, el campo delimitado por ciertas clases de dispositivos y el objetivo de diversos programas y ambiciones. La psicología nace en el siglo XIX dentro de este contexto de predominio de lo social. A medida que la mente humana se convierte en el objeto de una ciencia positiva, la subjetividad y la intersubjetividad se conviertes en blancos del gobierno. 
 El gobierno se utiliza aquí en el sentido de "gubernamentalidad" introducido por Michel Foucault.: un conjunto de instituciones, procedimientos, análisis, reflexiones, cálculos y tácticas que tienen como finalidad el gobierno de la población. La gubernamentalidad es una combinación de racionalidades prácticas y de tecnologías humanas para modelar las conductas. Empieza a tomar forma en la Europa del siglo XVIII. Surge la noción clave de "población" como objeto de la dominación política. El ejercicio del poder político dependía de cálculos y planificación racional para promover el bien de las personas. A esto se le llamó "ciencia de la policía" Para ello era necesario recoger y clasificar la información de la población y para ello utilizó la psicología. 
 Aparece el liberalismo como la reflexión sobre los límites de la acción del Estado. Su función es posibilitar el buen funcionamiento de la sociedad civil, del mercado, de la familia... 
 El gobierno necesita del saber y aquí la psicología ocupa un lugar importante. Con su vocabulario cumplió dos funciones importantes : la primera fue que la subjetividad fue traducido a los ámbitos de la escuela, la fábrica, la familia... allí es donde están las "superficies de emergencia". El segundo aspecto es constituir la subjetividad y la intersubjetividad como objetos de la administración racional. La psicología legitima las actuaciones políticas con el lenguaje de la ciencia. Por supuesto que es importante la ayuda de la estadística. Se trata de transformación a los sujetos en números en el marco de la noción de "población". Aparecen también los "test" como formas de clasificar. Pero no es que haya un Estado que utiliza estos recursos. De hecho es a partir de los problemas locales en las que las autoridades necesitan lidiar con diferentes problemas desde donde van apareciendo las innovaciones en el gobierno.
 El tema de la sujeción se entiende cada vez más no como una forma de dominio sino como un dispositivo que transforma al sujeto y es él el que, desde su libertad, se ha dejado modelar la conducta. La libertad se convierte en un imperativo. El gobierno de las mentes del sujeto moderno se efectua a través de una red tecnológica construida para mantener el autogobierno de los ciudadanos. Pero son los sueños de las autoridades y la persuasión de los expertos los que hacen que nos gobernemos a nosotros mismos de una determinada manera. 
 La genealogía de la subjetividad no denuncia estos procesos sino que hace el diagnóstico para posibilitar la prescripción de antídotos.

martes, 12 de mayo de 2020

NIKOLAS ROSE :: UNA HISTORIA CRÍTICA DE LA PSICOLOGÍA

El gran trabajo de @ilacami_ para «La... - Pólvora Editorial ...


Escrita por Luis Roca Jusmet

 El capítulo 2 de "La invención del sí mismo" se titula "Una historia crítica de la psicología" y pretende hacer una genealogía de la subjetividad desde la relación que se ha dado en los dos últimos siglos entre lo psicológico, lo gubernamental y lo subjetivo. Se trata de pensar contra el presente, en el sentido de explorar los horizontes y las condiciones de posibilidad de lo subjetivo, tal como lo entendemos hoy. La función crítico permite mostrar su contingencia y, por tanto, su posibilidad de transformación al abrir el campo de lo posible. 
 La historia de la psicología, como la de otras ciencias, es una "historia recurrente" ( según el decir de Georges Canguilhem), que es una manera de legitimar a través de una serie de textos la realidad de la imagen actual de la disciplina. Se trata de justificar el presente a través de la continuidad de una tradición hecha a medida. Esta historia está marcada por unos criterios de inclusión y de exclusión en la que se marca lo decible/indecible pensable/impensable. Lo que Michel Foucault llamaba "un régimen de verdad". Hasta la ´década de los 60 del siglo XX todas las historias de la psicología eran recurrentes. A partir de esta década esta historia recurrente es cuestionada desde diferentes frentes. La sociología y la crítica cultural empezaron sus desafíos. Se plantearon los condicionamientos económicos y corporativos o la utilización de la psicología como un instrumento del Estado. Todo ello le parece a Rose insuficiente. Ciertamente, la psicología ha desempeñado un papel fundamental en las técnicas que vincularon la autoridad a la subjetividad a lo largo del siglo XIX y XX., en particular a las relacionadas con las sociedades liberales. 
 Están las explicaciones de los sociólogos y antropólogos constructivistas. Para ellos construimos el mundo desde categorías culturales, una de las cuales es la psicología. Pero vale la pena señalar, plantea Rose, el importante papel de Gaston Bachelard, en el sentido que el objeto de cualquier ciencia es construido contra la experiencia inmediata. Pero no desde un discurso, sino desde una prácticas y una técnicas. De esta forma, la psicología no debe entenderse como un discurso sino como una tecnología humana, es decir una racionalidad práctica constituida por una serie de ensamblajes que buscan actuar sobre los seres humanos con la intención de orientar su conducta en una determinada dirección. Lo que se constituye, en todo caso, es un régimen de verdad, lo cual se hace siempre con una cierta violencia. Pero siempre a través de redes interconectadas, de negociaciones y problematizaciones diversas. El territorio psicológico se ha creado a través de persuasión y negociación entre autoridades, tanto sociales como conceptuales. Lo cual supone la implantación de un modo de percepción, la instauración de un vocabulario. En la psicología se da una peculiar alianza entre investigadores y profesionales, productores y consumidores del saber psicológico. 
 A partir del siglo XIX la psicología caminará para constituirse como una disciplina científica pero a finales de siglo se consolidará con dos técnicas incorporadas a partir de otras disciplinas científicas : el experimento y, sobre todo, la estadística, Las técnicas estadísticas pasan de ser una condensación de lo empírico a ser una materialización de lo teórico. Todo ello es paralelo a una psicologización de diversos ámbitos, compuesta por la influencia de una red compleja y heterogénea de agentes, lugares, practicas y técnicas para la producción, difusión, legitimación y utilización de verdades psicológicas. La conducta de las personas se torna y sus habilidades, personalidades y actitudes devienen centrales para la deliberación y loscálculos de autoridades sociales y teóricos psicológicos. 
 Para Michel Foucault, la psicología tenía " perfil epistemológico bajo". Podríamos decir que tiene una epistemología institucional : las reglas que gobiernan la constitución de su saber están ellas mismas estructuradas por unas relaciones institucionales. Foucault utiliza también la noción de "superficies de emergencia" para investigar los aparatos ( familia, trabajo,religión) a partir de cuyas normas empiezan a dibujarse las desviaciones desde las cuales se clasificará estas conductas como enfermedad, locura, delito.
la reflexión del psicólogo no supone una intervención polémica ( en el sentido apuntado por Bachelard) sino una racionalización de los dominios de experiencia para volverlos comprensibles o calculables ( y en este sentido lo transforma). La psicología como tecnología plantea tres dimensiones en su relación con la subjetividad y el poder : la transformación de los programas de gobierno, que adoptan un tono psicológico; con respecto a la autoridad, en la que aparecen nuevas figuras;  y, sobre todo, en el de la ética como arte de vida, que incorpora todo un repertorio de nociones de la psicología. 
 La construcción de lo psicológico ha transformado la percepción y las finalidades de los sujetos en relación consigo mismos y con los otros. El objetivo de la psicología crítica es hacer visibles las relaciones ambiguas entre la subjetividad, las verdades que establece y el poder. esta función crítica posibilita pensarlo de otra manera.

lunes, 11 de mayo de 2020

NIKOLAS ROSE : ¿ CÓMO DEBERÍA HACERSE LA HISTORIA DEL SÍ MISMO ?

El gran trabajo de @ilacami_ para «La... - Pólvora Editorial ...

Escrito por Luis Roca Jusmet

 Este es el nombre del primer capítulo del libro "La invención del sí mismo". De lo que se trata es de apuntar a una genealogía de la subjetividad, es decir de la relación que tenemos con nosotros mismos. Se trata de precisar las formas técnicas que tiene esta relación. Pero el ser humano tiene una ontologia histórica y, por lo tanto, no podemos universalizar estas relaciones. No enfocado desde la perspectiva cultural sino de gobierno. Se trata de problematizar la realidad a través de la cual un sujeto se piensa a sí mismo y las prácticas ligada a ello. la subjetivización ha de ser tratada en sí misma, no como derivación de otra cuestión. Esta experiencia no es originaria, es un producto de un dispositivo : redes perceptuales, imaginarias, conceptuales, normativas. 
 La fuente de inspiración  es Michel Foucault pero Rose plantea estudiar forma de subjetivación y de gobierno que vayan más allá del campo de la ética. Un eje sería el de historia de las mentalidades, las tecnología intelectuales. Otro serían las técnicas corporales. Hay que ver con ello se relaciona con las disciplinas psi. Rose plantea estudiarlo en relación con los ensamblajes, es decir con localizaciones espaciales, es decir con formas de organización del habitat humano. 
 La última cuestión es la relación con todos aquellos movimientos que han cuestionado la identidad, inventada por todos aquellos que quieren clasificar para dominar o controlar. Pero sería cuestión de valorar el coste de cualquier política identitaria y el papel que ha tenido la psicología par fomentar estas identificaciones.

miércoles, 15 de abril de 2020

BIOPOLÍTICA Y CONFINAMIENTO



Apocalipsis, biopolítica y estado destituyente: la precarización ...

Escrito por Luis Roca Jusmet

El término “biopolítica” está de moda y se ha convertido en un tópico. Cuando esto sucede los términos pierden operatividad. Pero la aparición del coronavirus, la calificación mundial de  pandemia y las políticas puesta en marcha por los gobiernos vuelven a dar actualidad a este término.
 Repasemos un momento su significado. Lo introduce Michel Foucault en 1975-6 en su curso del Collège de France “Defender la sociedad” y en el primer volumen (“La voluntad de saber”) de su “Historia de la sexualidad”. Pero donde realmente profundiza en su significado es en los cursos de 1977-8 “Seguridad, territorio, población” y el de 1978-9 “El nacimiento de la biopolítica”. Posteriormente lo trabajaran de una forma más especulativa filósofos como Giorgio Agamben y Roberto Expósito y de una forma más empírica el sociólogo Nikolas Rose.
  La definición que da Foucault de biopolítica o biopoder en la primera clase de su curso “Seguridad, territorio, población”: “Conjunto de mecanismos por medio de los cuales aquello que, en la especie humana, constituye sus rasgos biológicos fundamentales pasa a ser parte de una estrategia política en la sociedad occidental. Estrategia política es estrategia de poder porque el poder son procedimientos que establecen unas determinadas relaciones.
Lo que plantea Foucault son tres tipos de poder político: el poder soberano, que se basa en la ley arbitraria que inventa el soberano y cuyos súbditos han de seguir en un determinado territorio. Se exige únicamente obediencia y el soberano puede matar a quién no lo hace. El soberano “deja vivir y hace morir”, por lo tanto, si la situación lo exige. Pero es el poder pastoral, el de los sacerdotes, el que se ocupa de la vida de los súbditos. Es lo que ocurre en la Europa medieval. En los siglos XV-XVI comienza a aparecer un estado administrativo, aunque será en los siglos XVII y XVIII cuando aparecerá lo que Foucault llama la gubernamentalidad, que es el campo estratégico de relaciones de poder del Estado como administración de la vida de los ciudadanos. El poder político lo que hace es interesarse por la vida de los ciudadanos, pero como seres vivos. Nacimientos, muertes, longevidad, salud, enfermedad, raza. Se introduce la economía política: gobernar como gobierno de los hombres en cuanto seres vivos. Seres vivos, y esto es importante, que circulan por las ciudades. El Estado y su gobierno surge de la confluencia del dispositivo policial (que se ocupa de la seguridad interna), la diplomacia-ejército que se ocupa de las relaciones con otros Estados, y el poder pastoral, que entra a formar parte de las funciones del gobierno. En el siglo XVIII entramos en lo que Foucault llama “la sociedad disciplinaria” y cuyo modelo es el que describe en su libro “Vigilar y castigar”. Se trata de disciplina los cuerpos para hacerlos productivos. “se les hace vivir, se les deja morir”. Hay un conjunto de micropoderes que lo garantizan: la familia, la escuela, el ejército, la prisión, el hospital… A la ley del poder soberano se le añade la norma. No se trata de una ley que se impone para obedecer sino de una norma que se impone para normalizar. Normalizar quiere decir ajustarse a lo que es normal y excluir lo anormal. En sentido amplio podríamos llamarlo biopolítica, pero Foucault se refiere a él como anatomopolítica: disciplinar los cuerpos en su anatomía. A finales del siglo XVIII es cuando aparece lo que en sentido más estricto llamamos “biopolítica”. Es una racionalidad gubernamental que está ligada a la sociedad liberal. No se ocupa de los cuerpos individuales sino del cuerpo orgánico de los que forman parte de la sociedad. Surge la noción de “población”.  Por supuesto que el proceso es complejo y desigual y que las nuevas formas de poder no sustituyen a las anteriores, sino que se superponen y adquieren la lógica fundamental.
 Es muy interesante ver como Foucault analiza (sobre todo en el curso de “Seguridad, territorio, población) el tema de las epidemias, ya que presenta tres ejemplos de tratamiento de las epidemias que están en relación con las tres formas de poder: soberano ( basado en la obediencia),  disciplinario y liberal ( basado en el dispositivo de seguridad). Presenta como ejemplos el tratamiento de la lepra (poder soberano, época medieval), el de la peste (disciplinario, inicios modernidad) y el de la viruela (liberal, siglo XVIIII).  El poder soberano lo que hace frente al fenómeno de la lepra es excluir, aislándolos a los afectados: a través de leyes que se imponen a costa de perder la vida si no se obedece la ley. Respecto a la peste lo que hace el poder disciplinario es cuadricular regiones a través de un sistema disciplinario sobre los cuerpos, de vigilancia y castigo al que no siga la ley. En el caso de la viruela lo que hace el dispositivo de seguridad de la sociedad liberal es elaborar estadísticas, hacer clasificaciones, porcentajes, calcular riesgos y sobre todo prevenir la enfermedad a través de la inoculación (algún tipo de vacuna). También hay, por supuesto leyes y un sistema disciplinario que obliga a cumplirlas. Foucault insiste mucho en que las medidas biopolíticas ( en sentido amplio las disciplinarias o de seguridad) tienen mucho que ver con la vida urbana y la circulación de los individuos por ella. Pero lo clave del dispositivo de seguridad es que no trata con individuos sino con población. Las estimaciones son siempre desde el conjunto.
 Con la pandemia actual nos encontramos con una situación totalmente nueva. Si hasta ahora, en los países liberales los dispositivos de seguridad en el tema de las epidemias partían del control social y la responsabilidad individual en estos momentos se restablecen mecanismos disciplinarios claros, en muchas de estas sociedades liberales. Para no diluir la cuestión hablaré del caso de España. El gobierno combina los dispositivos de seguridad con las medidas disciplinarias y el poder pastoral. El planteamiento básico es el del estudio, las estadísticas, los cálculos de riesgos y, por supuesto, la búsqueda de una vacuna. Pero, de manera insólita, se introducen medidas disciplinarias: se sanciona (según un margen que permite una cierta arbitrareidad a la policía) a quién no cumple la ley, que es una ley aplicada no a poblaciones sino a cada cuerpo individual que circula por el espacio urbano. Esto no aumenta el control social, como se ha dicho, sino las medidas disciplinarias de restricción de las libertades individuales. Otra cosa es que, en países como China, si han aumentado de manera importante las formas de control social (aparte de las disciplinarias, pero no es una sociedad liberal, es otra historia).  El aumento de las medidas disciplinarias hace a la sociedad más autoritaria (y no solo la policial, también el vecinal). Paralelamente el poder pastoral se manifiesta a través de los discursos de los políticos, los médicos, los psicólogos).
 No entro en la crítica de estas medidas. Pero hay que plantear resistencias a que las medidas disciplinarias vayan más lejos (en intensidad y en tiempo) de lo necesario; que no se cree un poder parapolicial vecinal; que sigamos lúcidos y con criterio para ir analizando lo que sucede; que nos dejemos que nos guíen paternalistamente las conductas. Contra todo ello debemos estar alerta.


BIOPOLÍTICA Y PANDEMIA

lunes, 13 de abril de 2020

MICHEL FOUCAULT: SEGURIDAD, TERRITORIO, POBLACIÓN


  


Escrito por Luis Roca Jusmet



El curso Seguridad, territorio, población lo dio Michel Foucault en el Collège de France entre enero y abril del año 1978 es imprescindible para entender la noción de biopolítica. Por la densidad de los contenidos del curso empezaré comentando las clases de enero.

 La perspectiva del curso, empieza señalando Foucault, es la del biopoder. Definición : es el conjunto de mecanismos por medio de los cuales aquello que, en la especie humana, constituye su parte fundamental, pasará a formar parte de una política, una estrategia política, una estrategia general de poder. Es decir, que a partir del siglo XVIII, la sociedad, las sociedades occidentales modernas, tomaron en cuenta el hecho biológico fundamental que la especie humana es una especie biológica.

 Antes de empezar el análisis el filósofo francés presentara una serie de planteamientos metodológicos. Se trata de un análisis de mecanismos de poder, no de una teoría general del poder. El poder no es un añadido a un tipo de relaciones ( por ejemplo, familiares o sexuales) sino un elemento constituyente. El análisis es filosófico, entendiendo por filosofia una política de la verdad.

Otra cuestión es que este discurso analítico no debe ser imperativo, en el sentido de decir está mal o está bien. Más bien lo que hace, o puede hacer, es plantear elecciones estratégicas en términos de fuerzas : si quiere luchar contra esto hay que señalar las líneas de fuerza por donde  avanzar y los obstáculos con los que uno puede encontrarse. Por último, hay que marcar la relación entre poder y verdad.

 El primer problema que plantea el curso el de la seguridad. La seguridad se contrapone a la disciplina. Los dispositivos disciplinarios los estudia en uno de sus libros más conocidos : "Vigilar y castigar". Se trata de la normalización disciplinaria a través del control minucioso de los cuerpos y las almas. hay un modelo a seguir y hay que domesticar a los humanos para que se parezcan al máximo a este ideal. la obediencia es la condición. Se trata de obligar a hacer unas cosas y de prohibir otras. La familia, la escuela, el ejército, la prisión siguen estos procedimientos disciplinarios. la norma es básica, es el carácter fundamental y primario de la disciplina. Se impone a partir del siglo XVII.

 Pero a partir del siglo XVIII se consolidan otros dispositivos ( sin sustituir a los anteriores). Son los de la seguridad, que son dispositivos para gestionar las series abiertas que solo pueden controlarse a través de probabilidades. Se trata de buscar la media, los límites, los porcentajes estadísiticos de normalidad. Se trata de regular y prevenir, además de intervenir. Más que una norma que se impone es una regla que regula. A partir del siglo XVIII el gobierno de las conductas se hace no solamente a partir de los dispositivos disciplinarios, también con los dispositivos de seguridad. 

 Pasamos de la ley del poder soberano, que deja vivir y hace morir cuando no se cumple. Es un gobierno sobre bienes y territorios más que sobre personas, que deben limitarse a cumplir porque es su vida la que está en juego. Luego viene la biopolítica, que es una hacer vivir de una determinada manera y un dejar vivir. la vida debe ser productiva. norma del poder disciplinario, poder sobre cada cuerpo y cada alama, que deben conformarse a un modelo. Es autoritario. Finalmente la regla que garantiza la seguridad, los límites donde las conductas pueden hacer. Es liberal, por que deja hacer. La libertad es necesaria para su funcionamiento. 

 En las sociedades contemporáneas hay que entender en que medida se combinan el poder de la ley, con el de la disciplina y el de la seguridad. En cada sociedad es un caso diferente donde predomina una sobre la otra. En las democracias liberales avanzadas está claro que es la seguridad la que predomina, pero sin olvidar la norma disciplinaria. Y la ley se plantea desde una soberanía que no es la del emperador, el monarca, el señor feudal sino el pueblo.

Las preguntas son ¿ Cómo gobernar ? ¿ cómo ser gobernado ? ¿ cómo gobernar a los otros ? A partir del siglo XVI aparece el problema del gobierno en diferentes ámbitos : el gobierno de uno mismo, que implica un retorno al estoicismo; el gobierno de las almas y de las conductas ; el gobierno de los niños, con la pedagogía; y el gobierno de los Estados. En cierta manera el gobierno de los Estados implica la introducción de la economía en la política : el problema de la gestión de los recursos. El gobierno implica un disponer de las cosas, no un tomarlas como hacía el soberano a partir de la ley que imponía. El arte de gobernar se consolida a partir del siglo XVIII. Hasta este momento estuvo muy atrapado en las estructuras burocráticas de la monarquía administrativa. La población pasa a ser el elemento central y dentro de ella la familia deja de ser el modelo para pasar a ser un dispositivo de control de la población, la forma básica de gobierno de las almas y las conductas.

¿ Qué es la gubernamentabilidad ? En primer lugar es el conjunto de procedimientos, estrategias, instituciones y análisis que permiten ejercer un control sobre la población. Está siempre ligada a la economía política y a los dispositivos de seguridad. En segundo lugar la tendencia que se inició en Occidente de priorizar el gobierno, es decir el control,sobre la soberanía y la disciplina. En tercer lugar el proceso de gubernamentalización de un Estado que se inicia en el judicial de la Edad Media y continúa en el administrativo de los siglos XVI y XVII hasta llegar al Estado moderno, que se configura en el siglo XVIII. Las bases de la gunbernamentabilidad  serán el poder pastoral, el policial y el diplomático-militar.

domingo, 12 de abril de 2020

NIKOLÁS ROSE : POLÍTICAS DE LA VIDA





Escrito por Luis Roca Jusmet

 El imprescindible libro de Nikolas Rose Políticas de la vida. Biomedicina, poder y subjetividad en el siglo XXI se publicó en inglés el año 2007 y solo hay una traducción argentina en español, de la editorial universitaria Unipe.
 De entrada nos plantea que los conceptos de política y de vida se definen históricamente y hay que ver el significado que tienen hoy en su relación con la biopolítica contemporánea. Por biopolítica entendemos, siguiendo las huellas de Foucault, la administración de la vida por parte del poder político. Se trata de un proceso, iniciado en el siglo XVIII, en el que el poder no se define por poder decidir la muerte de los súbditos, sino que administra la vida en nombre del bienestar de la población, de todos y de cada uno de sus miembros. Una primera etapa es la anatomopolítica del cuerpo humano a través de la disciplina y una segunda, la más específicamente llamada biopolítica, que consiste en el control y la regulación de las poblaciones. Las dos etapas, sin embargo, se mezclan. En parte están vinculadas a la expansión del Estado, pero también por el desarrollo de sectores no estatales : religiosos, filantrópicos, médicos... Biopolítica es, para Rose, el dispositivo de estrategias para ocuparse de la vida a través de la regulación de los nacimientos, de la salud y la enfermedad, de la vejez y de la mortalidad. Actuando directamente sobre los cuerpos e indirectamente sobre las poblaciones ( a través de estadísticas).
¿ Qué es la vida para la biopolítica contemporánea ? La vida nace como concepción con la biología moderna. Antes existían seres vivos, pero no "la vida". Aparece el cuerpo como el sistema de subsistemas, como una unidad orgánica. Cuerpo vivo incrustado en el cuerpo social. Pero a partir de 1930 el cuerpo se desplaza de la unidad orgánica a la molécula como unidad básica. El lenguaje de la biología pasa de ser mecánico o arquitectónico a ser lingüístico : gramática, sintaxis, semántica. A partir de 1950 aparece también relacionado con la teoría de la comunicación y la informática. Mensajes, programas, información, códigos, instrucciones. El gen se transforma, a lo largo del siglo XX, en la unidad del desarrollo y de la herencia. A partir de 1960 se reformuló en el marco de una metáfora informacional : "leer el libro de la vida". El gen ya era la unidad básica, pero desde entonces  se volvió más reticular. El gen no era el "gen de" sino que se enmarcaba en procesos de regulación, expresión y transcripción.Pero con el siglo XX acabó la era del gen: empezó el pensamiento complejo. Ello implica una problematización, una resistencia a reducir la vida a un solo factor, reapàreciendo una pregunta no resuelta sobre la diferencia entre lo vivo y lo no vivo.
  Aparece, dice el autor, una nueva clase de ciudadanía que nace en las sociedades liberales avanzadas en la era de la biomedicina, la biotecnología y la genómica: "los ciudadanos biológicos". Responde, dice Rose, a una forma de ciudadanía que rompe los moldes nacionales. Para el autor, ya en los proyectos de ciudadanía que se van tejiendo en la modernidad desde el siglo XVIII hay unas consideraciones biológicas de fondo que moldearon lo que significa ser ciudadano. Porque desde estos planteamientos se entiende a algunos ciudadanos como reales, a otros como potenciales, como problemáticos o como imposibles.
 Todo esto se manifiesta en la fuerte influencia de las creencias eugenésicas del siglo XIX y XX. Los proyectos de ciudadanía incluyen términos biológicos referidos al sexo, a la raza y a la demografía, por citar unos ejemplos. Hubo ciertamente una concepciones de ciudadanía vinculadas a la eugenesia y a la higiene y la pureza racional. Pero la ciudadanía biológica actual de las sociedades liberales avanzadas se mueven en otros términos.
 La ciudadanía biológica, es al mismo tiempo, individual y colectiva. Es individual en la medida en que se inscribe en el régimen del yo contemporáneo en la que el sujeto elige con al máxima información. Es la responsabilidad del individuo sobre su vida, sobre su cuerpo, a través de sus decisiones. Sujeto que es a la vez emprendedor y prudente, activo con respecto a su vida. pero es también colectivo, biosocializante, en la medida que crea comunidades que comparten un atributo biológico, por ejemplo una enfermedad. La ciudadanía biológica es una versión más general de la ciudadanía genética: un modo de entender las diferencias humanas, en especial las relacionadas con la salud, en términos de genética. La ciudadanía biológica ha adoptado, de todas maneras, formas diferentes según el contexto histórico que la configura. la noción de raza basada en los genes es muy diferente que la que parece en el siglo XVIII y XIX. ¿ Qué ocurre cuando es el yo es el que se encuentra sujeto a transformaciones por parte de la tecnología médica, cuando la cognición, la emoción, la volición, el estado de ánimo se abren a la intervención ?.
 Los seres humanos siempre se han trabajado a sí mismos, para mejorarse. esto no es nuevo, en cada época aparece de manera específica. Este trabajo tiene que ver, evidentemente, en la manera como los humanos nos vemos a nosotros mismos y cómo nos queremos ver. En la primera mitad del siglo XX y en las sociedades liberales avanzadas, los ciudadanos se veían a sí mismos desde una creencia psicologista : con un espacio interior profundo sobre el que trabajar.  Manifestación de ello fueron la proliferación de terapias, de tests psicológicos, de literatura psicológica. Es lo que se ha llamado el desarrollo progresivo de las técnicas "psi". Pero a partir de los años 60 va apareciendo otra tendencia, que es la de pasar de ciudadanos psicológicos a ciudadanos somáticos, es decir, biológicos. O dicho de otra manera, de un yo mental a un yo cerebral.
 Durante la segunda mitad del siglo XX los psiquiatras han trazado las bases neurológicas y neuroquímicas de la vida mental y sobre este mapa se ha constituido el nuevo yo, que no es un yo mental sino un yo cerebral y un yo cerebral quiere decir un yo neuroquímico. Los cerebros son órganos físicos con sustancias químicas y unas determinadas funciones. Existen drogas, como los psicofármacos, que pueden sustituir funciones cerebrales, estimularlas o inhibirlas. Hay sistemas modélicos experimentales para investigar : cerebros humanos, cultivos de células in vitro similares a las neuronas, cerebros animales... hay también técnicas de investigación : ensayos químicos de fluidos corporales, electroencefalogramas, técnicas de imágenes cerebrales. Hay diagnósticos sobre trastornos de estados de ánimo, emociones, cognición o voluntad que pueden ser tratadas farmacológicamente. El régimen de verdad es la experimentación. El espacio mental no es ahora una caja negra de la que no podemos saber nada, como decían los conductistas, es que sencillamente la mente es el cerebro. Mejor dicho : lo que llamamos mente es el conjunto de actividades y procesos que realiza el cerebro.Los trastornos funcionales son, finalmente, trastornos orgánicos.
 Pero existen los sujetos humanos y estos se definen cada vez más en función de su cerebro, no de su mente. La idea de mente se ve cada vez más como el último eslabón del alma perdida, algo que la ciencia acabará eliminando. Hay una nueva manera de ver lo que es la normalidad y la anormalidad humana y de cómo actuar para restablecer la primera.La empresas farmacéuticas cada vez invierten más en conocer este mapa del cerebro y de sus funciones y en la localización de los trastornos. A partir de la tercera edición del DSM ( Diccionario psiquiátrico mundial, la biblia de los psiquiatras) los trastornos se definen a partir de un conjunto de síntomas que pueden ser tratados farmacológicamente. Los trastornos mentales son trastornos cerebrales y los trastornos cerebrales son trastornos moleculares. La esperanza es generar un sistema clasificatorio de diagnóstico que se base en estados cerebrales moleculares.
 Pero todo este razonamiento científico y comercial debe conjugarse con el pensamiento neoliberal, que entiende que el sujeto debe y puede decidir lo que quiere, no está sometido a un destino biológico. Las investigaciones en epigenética plantean que ni tan solo la genética es determinista. Ya no se trata solamente de decidir que tratamiento recibir para un trastorno sino también de identificar susceptibilidades genéticas en individuos asintomáticos.
 Aquí los psicofármacos juegan un papel ambivalente. Sirvieron en su momento para que los considerados enfermos mentales abandonasen los hospitales psiquiátricos y pudieran vivir en comunidad. Cada vez más se entienden no en un sentido disciplinario normalizante, sino como una manera de ajustar la propia conducta para ser capaz de adaptarse a los circuitos cotidianos. De hecho cada vez se plantea que son los propios pacientes los que deben gestionar la administración farmacológica y estar informados sobre sus beneficios y efectos secundarios. 
  Pero a mediados de los años 90 se da un cambio importante en el pensamiento y la práctica psiquiátrica. Se trata de un estilo de razonar que considera que todos los trastornos mentales pasan por el cerebro y a su funcionamiento molecular, neuroquímico. Los elementos biográficos se tienen en cuenta pero entendiendo que sus efectos dependen de las características de cada cerebro. Se da un cambio en la consideración económica de los que padecen trastornos mentales. Si antes se les consideraba una carga social hoy se ve como una oportunidad para la inversión y el beneficio.Se teje aquí una gran alianza entre el gran capital farmacéutico, la salud pública y el reclamo para los accionistas privados. 
 Entramos en un estilo de razonar en el que considera que los trastornos vienen de un mal funcionamiento del cerebro y que la solución pasa por los psicofármacos. Es un ejemplo de lo que Deleuze llama el paso de las sociedades disicplinarias a las sociedades de control, que siempre juegan con la libertad de los sujetos. Es así como los sujetos se entienden a sí mismos como gestores de su salud mental a través de la conducción del propio cerebro. El ciudadano se siente obligado por su propia responsabilidad y la de sus descendientes, de monitorear, evaluar y administrar la propia vida biológica.